El espacio por el que se desplaza, trabaja y vive debe estar despejado de energías negativas. Para elevar el estado de ánimo, es imprescindible recibir estímulos que lo gratifiquen. Para ello, nada mejor que los inciensos que cambian el ambiente.
Azahar: Este aroma atrae la felicidad y aleja los pensamientos negativos.
Benjuí: Atrae buena suerte y protege contra accidentes. Se utiliza para purificar una casa o habitación.
Caléndula: Es propicio para mantener una constante serenidad.
Clavel: Armoniza el ambiente.
Clavo: Favorece el buen ambiente hogareño.
Coco: Es otro de los inciensos que contribuye a la armonía y prosperidad del hogar. Debe ser quemado en el comedor de la casa.
Eucalipto: Favorece la recuperación de la salud. Calma la agresividad.
Lavanda: Calma los nervios y aumenta el optimismo. Si se quema todos los días, evita discusiones matrimoniales y familiares.