CULTURA Las empresas vigilan impunemente el correo electrónico de sus empleados

Agencias
Internacionales
El uso privado de Internet y del correo electrónico en el lugar de trabajo es el último caballo de batalla de los empleadores estadounidenses, que aprovechan la ausencia de legislación en esta materia para controlar a su personal, la mayoría de las veces sin su consentimiento. La creciente popularidad del comercio electrónico, del corretaje "on line" y de las páginas de información 24 horas, son distracciones que los jefes están intentando combatir. Además, la atracción por la web es tal que las consultas cortas se alargan mucho debido a que el usuario salta de un página o otra, obnubilado por las múltiples "ofertas". Después del teléfono, el correo electrónico se ha convertido en uno de los medio de comunicación favoritos de los internautas. Al punto de incitar en la actualidad al 27% de las empresas de Estados Unidos a controlar el e-mail de sus empleados contra un 15% en 1997, según la Asociación estadounidense de dirigentes de empresas (American Management Association). La mayoría de ellas vigilan tanto el correo personal como el enviado o recibido por necesidades laborales. La legislación actual sobre la escucha de líneas telefónicas sólo se aplica a las conversaciones orales, y la ley de 1986 sobre la protección de la vida privada en el marco de las comunicaciones electrónicas no tiene efecto debido a que contiene una excepción destinada a proteger los intereses legítimos de las empresas. Sólo la legislación del Estado de Connecticut (noreste) obliga a advertir al personal de que el correo electrónico está controlado. En California, el gobernador vetó a principios de octubre un proyecto de ley que prohibía a las empresas vigilar secretamente el correo electrónico y los archivos informáticos de sus empleados. No es tan común vigilar las páginas web consultadas, pero porque los medios para hacerlo son aún muy precarios, subrayó Lewis Maltby, de la Unión estadounidense de las Libertades Civiles (ACLU). Un estudio del gabinete de consultores PricewaterhouseCoopers subraya que un correo electrónico enviado desde el lugar de trabajo es equivalente a una carta en papel con el encabezamiento de la empresa y de ahí que el contenido de la comunicación pertenezca al empleador. Pero "algunas cosas, como acordar una cita, no pueden esperar", afirma Lewis Maltby. La compañía de teléfonos BellSouth, por ejemplo, permite a sus empleados acceder a Internet. Pero deben responder cada vez a un mensaje que les advierte de que sus comunicaciones pueden ser controladas. BellSouth investigó más de 60 abusos potenciales y despidió o suspendió a los empleados que consultaron páginas pornográficas o de actualidad deportiva. Varios programas, con nombres como WEBsweeper, Dick Tracy y SecureView, permiten seguir los despentos electrónicos. Uno de los programas Telemate.net, registra las páginas visitadas por un empleado y las clasifica en unas 24 categorías, entre ellas juegos, humor, religión, pornografía, comercio y búsquedas de empleo. El creador de este programa cuenta entre sus clientes con la empresa Philip Morris, la cadena de grandes tiendas Sears y el gabinete de consultoría Arthur Andersen. Un elefante furioso mató a golpes a su domador cuando éste intentaba infructuosamente que abandonara la pista principal de un circo en la ciudad de Valledupar, en la costa norte colombiana, informó la policía este lunes. El animal pisoteó y luego atrapó con sus colmillos al domador, Elías Mitrovich, un colombiano de origen polaco de 35 años, en medio del pánico del público. Varios testigos contaron a la policía que el animal se enfureció aparentemente tras recibir una descarga eléctrica aplicada por los empleados del circo para que retornara a su jaula. Otros dos elefantes que formaban parte del mismo acto circense ya habían sido sacados del escenario. La policía dijo que ingresó en la carpa del circo y disparó "al aire" varias veces para intentar controlar la situación, en la que no se presentaron heridos.
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