Resistió durante algunas horas, pero al final el poder de la muerte fue más fuerte.
Llegó como muchos al Hospital Santo Tomás: en una camilla dentro de una ambulancia. Pero la situación de Franklin Perea, de 33 años, era sumamente delicada.
El había sido remitido del Hospital San Miguel Arcángel a las 9:00 de la noche del martes, después de ser atacado en Veranillo, en el distrito de San Miguelito, por un sujeto no detenido, que le propinó un tiro en la cabeza.
Perea había salido de una vivienda cercana a la escuela Carlos A. Mendoza, cuando en una vereda fue emboscado por su verdugo que le propinó el certero tiro.
Como en la mayoría de esos hechos violentos, la "Ley del silencio" imperó en el lugar donde a pesar de que hubo quienes presenciaron el lamentable episodio, nadie quiso decir nada.
Perea terminó falleciendo la tarde de ayer, miércoles, tras una agonía de largas horas.
En 293 días que habían transcurrido del año 2009, hasta ayer, un total de 620 personas han sido asesinadas en el país.