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He visto con mucha preocupación, siguiendo los programas de televisión, que se han omitido muchos nombres de hombres que han sido valiosos para el desenvolvimiento cultural de nuestra nación.
Lastimosamente en nuestra patria los valores se han trastocado y le dan mérito a personas que han hecho muy poco; esto se debe a la poca educación y la idiosincrasia de nuestro pueblo; a veces, influidos por costumbres foráneas.
Como ejemplo, vamos a ser espectadores y testigos de la celebración del día Halloween, y cómo los jóvenes sin desenfreno llenan las discotecas. Las mismas que no cumplen con los requisitos de una puerta de salida de emergencia, consumo de licor y drogas desmedido, la cual no se quiere controlar.
No he visto nombres de hombres que han sido galardonados por otros países como Baltasar Isaza Calderón, que murió siendo miembro de la Real Academia Española; Rafael Moscote, gran profesor y decano de la Facultad de Filosofía, Letras y Educación; Elsie Alvarado de Ricord, Joaquín Beleño, Sánchez Borbón, Narciso Garay, Octavio Méndez Pereira, Roberto Lewis, uno de lo grandes pintores realistas y su hijo que restauró las pinturas de la presidencia y el Teatro Nacional. Este último murió en la ciudad de Chitré.
¿Por qué no se cuenta cuándo naufragó el barco que viajaba de Panamá hacia Chitré y el nombre de Pacífico Ríos?
No concibo, cómo mueren algunos de ellos y pasan inadvertidos en contraposición de un músico que paralizó al país por tres días.
A dónde ha quedado la labor de monseñor Rómulo Emiliani, hoy en Honduras, pero teniendo en su corazón a nuestro querido Panamá.
Aún hay tiempo de reflexionar y en la biblioteca nacional están los fundadores de los primeros periódicos, estadistas que hoy ni siquiera se acuerdan los organizadores del centenario, para provecho de las nuevas generaciones. |
