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De la noche a la mañana somos los más críticos y más exigentes en disciplina, que está bien, es bueno pedir más, ojalá seamos así siempre con todos los equipos y en todos los deportes.
Pero, de la noche a la mañana uno no termina con una novia, uno ya lo tiene pensado, esa decisión no es a lo loco, tiene sus razones, justas o no, pero se tiene predeterminado. Y uno busca la mínima excusa, hasta una peleita cualquiera para el adiós.
Así es la vida, al que toma las decisiones uno se las respeta. No le digo nada a Gary Stempel por recortar a Elías Ortega de la Selección Sub-20, está en todo su derecho.
Pero por un correo de un lector decidí tocar el tema. Creo que si el chico no celebró a primer momento el triunfo de Panamá, fue porque deseaba jugar y no pudo, eso frustra a cualquiera, a mi me molestaría escribir un buen reportaje y que mi jefe me diga que no va. Eso es normal.
¿Quién soy para reprochárselo? El muchacho me llamó ayer para decirme que le deseaba suerte al equipo. Muy poco lo conozco, esperamos le pueda ir bien con el DIM. En lo personal quería verlo más en la cancha.
Me agregegó que siempre que juega lo hace con la bandera de Panamá. Y es que en el deporte a nadie hay que cerrarle la puerta. Más cuando esta generación, a diferencia de la anterior, es pobre en delanteros. Recordemos que estos mismos son los futuros Sub-23. Suerte a Ortega. Suerte a un chiricano en Colombia... |
