Vamos por partes. La serie de televisión con Tom Wopat y Joh Schneider (la pasan por el canal Retro) era mala, pero muy divertida. Llegó a convertirse en un clásico; todos suspirábamos cuando aparecía Daisy Duke y esperábamos a que el "General Lee" sonara en el aire luego de saltar una rampa empinadísima.
Puntos a favor: muy buena música, desde su banda sonora, pasando por la intervención de Willie Nelson (el tío Jesse) al final del filme y por supuesto, la versión del tema: "These boots are made for walking", que interpreta la Simpson; secuencias de persecución a tono con el ritmo vertiginoso de la serie y muy buena química entre sus protagonistas. Puntos en contra: ¿este filme tiene un guión?; ¿No se parece la actuación de Burt Reynolds en esta película a la que hizo en Striptease, otra gran mala película?, ¿realmente vale la pena dedicarle líneas a este basurón? Respuestas: No, tal vez y definitivamente… sí, pero igual la vi y me divertí buco. Eso sí, al menos Flash, se parece al perro de la serie original. Calificación: 1, aunque de veras…. es un plomo, ehhh.
WALLACE Y GROMIT: LA GUERRA DE LOS VEGETALES
Wallace (en la voz de Peter Sallis) anda en el negocio del control de plagas. Lady Tottington (Helena Bonham-Carter), tiene problemas con unos conejos dentro de su propiedad y recurre a Wallace y su perro Gromit, pero no contaban con una gigante liebre y las embestidas de Victor Quartermaine (Ralph Fiennes) quien acabando con los conejos desea lucirse ante la señora Tottington. Habiendo explicado esto, ¿cree usted que realmente a algún pequeñín le interese en detalle ¿qué dianches hacen Wallace y Gromit?
Si por alguna razón se le ocurre llevar a su niño a ver esta película, no se tome la molestia de explicarle mucho y deje que se divierta con las animaciones de plastilina, que son el mayor aporte para que los niños entiendan que en materia de dibujos animados existe un infinito universo de entretenimiento.
La película de Wallace y Gromit cumple con el cometido de entretener a los pequeñines y funciona a la maravilla si de por casualidad quien lleve al niño sepa algo de la técnica detrás de este filme que a ratos busca meternos miedo como en aquellas películas con Vincent Price. Calificación: 3.6. A los niños puede resultar algo enteramente divertido, siempre y cuando les expliquen de qué va la vaina.