Después de ser asesinado, el taxista Mario Figueroa fue decapitado, aseguró el doctor José Vicente Pachard, director del Instituto de Medicina Legal.
"Esto es un homicidio en el que llama la atención la forma como se procedió con el cadáver", cuya cabeza no aparece, indicó el galeno.
Primero lo mataron y después lo decapitaron; eso fue lo que sucedió, y es una ejecución, pero no tan elaborada, manifestó el médico.
"Para poder seccionar un cuerpo humano se necesita un objeto punzocortante, ya sea un cuchillo voluminoso o de carnicero, pero lo más cómodo en ese medio es un machete", explicó Pachard.
"Lo que pasa es que generalmente los objetos dejan marcas en el cuerpo humano que sugieren un determinado instrumento, y en este caso fue un instrumento punzocortante", manifestó.
Descartó que los asesinos hayan utilizado un hacha para sus fines. Pachard practicó la autopsia en tres horas.
"No es fácil seccionar un cuerpo humano. Requiere cierto grado de fuerza y conocer las partes para poder abrirlo", agregó.
"En este caso, seccionar la cabeza incluye entrar hasta la columna cervical y buscar por dónde cortar el cuello, que no es fácil", expresó Pachard.
Rechazó que en el homicidio del taxista Figueroa hayan intervenido profesionales, pero calificó este caso como "inusual".
Esta clase de homicidios no son comunes en esas áreas del interior, en alusión a Aguadulce, Coclé, dejó entrever el especialista.
"Hasta donde tengo conocimiento, con excepción del asunto Spadafora, que se dio con la frontera con Costa Rica, este sería el segundo caso", aclaró.
Recordó otro episodio registrado hace meses en la provincia de Chiriquí, donde una señora mutiló un cadáver y seccionó la cabeza.