Mireya, Ford y Vallarino: arnulfistas
a punto de abrir la caja de Pandora
Eduardo Soto P.
Crítica en Línea
Toda la clase política
espera que hoy Mireya Moscoso elija a Guillermo Ford, del MOLIRENA, como
su primer vicepresidente. Sin embargo, la mayoría de los convencionales
de este partido, de tendencia liberal, prefieren que sea otro el candidato
que los represente en la nómina opositora, y el nombre del legislador
Arturo Vallarino es el que ha surgido (por su constante enfrentamiento con
la cúpula del colectivo) para que acompañe a la líder
arnulfista en la aventura electoral que se avecina.
Escoger a Ford y no a Vallarino, sin que medie una convención
que le dé legitimidad a la decisión, hará que Moscoso
afronte una de las etapas más difíciles de su dirigencia política
este año, después de las primarias en su colectivo. Al anunciar
hoy el nombre del "gallo ronco", la quincoagenaria líder
podría estar abriendo una Caja de Pandora, de cuyos demonios pocos
opositores quisieran tener noticia.
La pregunta obligada es ¿por qué Mireya está abriendo
este nuevo frente en su contra? Con la oposición dividida en dos,
por qué perder el apoyo de un dirigente como Arturo Vallarino, legislador
y líder opositor en el circuito 8-10, el tercero más grande
y populoso de todo el país?
EL RELOJ
Un dirigente arnulfista consultado, quien pidió mantener su identidad
en el anonimato, dijo que la oposición (tanto el bando mireyista
como el del banquero Alberto Vallarino) está metida en una carrera
contra el tiempo, debido a que -por la ley electoral- las nóminas
deben estar definidas antes del 2 de febrero.
Asegura la fuente que desde hace mucho tiempo Moscoso le estaba advirtiendo
a Guillermo Ford y a Arturo Vallarino que debían sentarse a negociar,
para que se escogiera quién de ellos sería el candidato para
vicepresidencia.
Un asistente de Arturo, por su parte, dijo que Moscoso era quien debía
asumir el papel de "garante de paz", y servir de mediadora entre
Ford y Vallarino para ayudarlos a encontrar la puerta de salida. Pero con
los incendios que se desataron a lo interno del PA, el referéndum,
el "cambio de opinión" del PDC, (traición, dicen
los arnulfistas radicales), y sus cuestiones personales, Mireya tampoco
hizo nada.
LA CONVENCION
Arturo Vallarino quiere ahora una convención que, según algunos,
y debido a las triquiñuelas legales que Guillermo Ford puede invocar,
no se realizará antes de fin
de año, sino en los primeros días de enero, y eso si el
Tribunal Electoral no se presta para alargar los plazos; sin contar que
también el Tribunal puede declarar constitucional la proclamación
de Ford como candidato a vicepresidente, y dejar a Arturo vestido en la
puerta de la iglesia.
Lo cierto es que si se va a una convención, Arturo Vallarino derrotaría
a Ford 2-1. Sin embargo, la alianza Unión por Panamá podría
prometerle a los convencionales de Vallarino las candidaturas que quieren,
y quitarle el caudal al legislador del MOLIRENA, quien cuenta por lo menos
con 231 convencionales. Los otros estaban con Ford, pero se han ido cambiando,
y muchos se fueron con Rodrigo Arosemena cuando se cambió de bando,
y decidió apoyar al PRD en la nefasta campaña del "Sí"
en el referéndum.
Por tal razón la fuerza de Ford en una convención es mínima,
por ahora. Sin embargo, por ser presidente del MOLIRENA, tiene el poder
de decisión para adelantar o retrasar la fecha de una convención,
y frente al plazo fatal del 2 de febrero esta capacidad le aumenta su poder.
Sea lo que sea, con su proclamación Mireya está provocando
que el MOLIRENA llegue por la fuerza a una definición que no pudo
asumir de manera civilizada.
EL FACTOR SUCRE
El vaticinio de Gilberto Sucre, miembro de la junta asesora del MOLIRENA,
en una carta que le escribió a "Billy" Ford y se hizo pública
el viernes, es que la oposición podría perder el 2 de mayo
de 1999, si la alianza Unión por Panamá insiste en candidatizar
al "gallo ronco" porque las fuerzas se dividirían.
Sin embargo, Sucre sabe y así lo dice en su nota, que si se atrasa
la proclamación de las candidaturas será más difícil
reunir alrededor de ellas las suficientes fuerzas políticas para
hacerlas triunfar.
CONSECUENCIA
El acta de la alianza opositora que Mireya encabeza como candidata a la
presidencia, debe firmarse antes del 2 de febrero, para poder que la nómina
sea legal. Si Vallarino se cambia de bando (realmente es algo poco probable,
pero en política todo es posible), la fuerza de Moscoso y su equipo
sería menor.
Sin embargo, la relación de Vallarino y Mireya sigue siendo buena,
según informes obtenidos por Crítica la semana pasada. Ambos
saben que la proclamación de hoy no es el fin del mundo, y sólo
va a generar la tormenta necesaria para que la oposición se vaya
definiendo.


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