Así como lo hacen los grandes equipos de béisbol en la series mundiales, así mismo desea hacer Panamá con las negociaciones de un Tratado de Libre Comercio con la nación más poderosa del mundo: Estados Unidos. El gobierno no quiere más ronda, pues cree que en la quinta, que inicia hoy, se puede lograr grandes beneficios y salvar intereses.
A pesar que en esta oportunidad le corresponde al actual gobierno sentarse con la contraparte, existe un gran interés de sacar a flote los puntos frágiles que hasta ahora han sido difíciles de cerrar.
Según el ministro de Comercio e Industrias, Alejandro Ferrer, se puede lograr el éxito en este Tratado con la aplicación de políticas complementarias en inversión, capacitación, educación y tecnología, no obstante, todos conocen que salir del tema agrícola en esta fase será la tarea más difícil que tendrán los negociadores, aunque aseguren que están preparados para cualquier escenario.
Hasta la IV Ronda, y con referencia al tema de acceso a mercados de bienes agrícolas al menos 4 de los 16 rubros sensitivos ya habían sido negociados y se estableció calendarios de desgravación, en lugar de exclusión.
El resto espera ser negociado y de estos sólo 5 rubros se han declarado como altamente sensibles, entre ellos el arroz, la carne de cerdo y los productos avícolas. Mientras que los jugos concentrados, la cebolla, el poroto, el tomate, la lechuga y el aceite ya tienen fecha de cumpleaños.
Se espera una victoria, al estilo de Mariano Rivera, al cerrar las negociación este viernes 23 de octubre, de lo contrario, los efectos de una globalización caníbal se asoma como cuando la fiera espera un movimiento en falso de su presa. Este escenario es que ningún panameño desea, mucho menos el sector productivo que desde hace mucho tiempo lo advertía.