Las paradas de buses, que se encuentran a lo largo de la vía Interamericana, específicamente entre los distritos de Natá y Aguadulce, están repletas de basura.
Las personas, cada vez que esperan el transporte para dirigirse a sus diligencias, tienen que soportar los malos olores.
Estas casetas, además, se han convertido en el dormitorio y sanitario de los indigentes que dejan sus excretas y orinas, provocando los olores desagradables.
Los cientos de ciudadanos que utilizan diariamente las casetas, para esperar sus transporte o protegerse del mal tiempo, indicaron que este problema empaña la imagen de la comunidad.
Solicitaron a las autoridades que sancionen a los inescrupulosos que arrojan desechos por cualquiera parte, a pesar de que hay basureros; también solicitaron que lleven a los indigentes a los hogares de ancianos.