Realizarán marcha multitudinaria Contra política de EU

La Habana
EFE
Cuba anunció que 800.000 personas marcharán mañana frente a la representación de Estados Unidos en La Habana para protestar contra una enmienda que permite la venta de medicinas y alimentos a la isla, aprobada hace unos días por la Cámara de Representantes y que en breve debe votar el Senado. "Ochocientos mil capitalinos en marcha patriótica el miércoles", anuncia el diario Granma en un largo editorial que ocupa dos de las ocho páginas con que cuenta el órgano del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC). De acudir al llamado del gobierno de Fidel Castro, de mañana miércoles estaría marchando casi la mitad de la población de La Habana, que cuenta con 2,2 millones de habitantes. Aunque la enmienda norteamericana autoriza la venta de víveres, medicinas y equipo médico, prohíbe todavía la financiación de esas ventas por organismos gubernamentales o bancos privados estadounidenses. Además dará fuerza de ley a las restricciones vigentes sobre los viajes de estadounidenses a Cuba, lo que impediría a la Casa Blanca levantarlas sin el permiso del Congreso. "Nuestro país no adquirirá un solo centavo de alimentos o medicinas en Estados Unidos", por razones de "ética y dignidad" y porque "en la práctica es imposible", señala el diario. En cuanto a las restricciones para el turista norteamericano, el diario Granma aseguró que "tal golpe va dirigido a privarnos de las divisas que aporta a nuestra economía la industria turística". Denuncia que con una "tenebrosa enmienda" Estados Unidos pone a disposición de "la mafia terrorista de Miami fondos congelados pertenecientes a Cuba, que calcula en 161.601.000 dólares. A esa cantidad, le suma una demanda de 181.100 millones de dólares por daños humanos y otra de 121.000 millones de dólares por daños económicos durante 40 años de embargo, sanciones dispuestas por un tribunal cubano. Sobre ese punto, Granma advirtió que las relaciones entre ambos países, rotas en 1961, "no podrán ser normalizadas si no se discuten entre ambos Estados estas obligaciones pendientes, asociadas incluso a las reclamaciones económicas de Estados Unidos por las nacionalizaciones de propiedades pertenecientes a ciudadanos norteamericanos al triunfo de la revolución".
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Sobre ese punto, Granma advirtió que las relaciones entre ambos países, rotas en 1961, "no podrán ser normalizadas si no se discuten entre ambos Estados estas obligaciones pendientes, asociadas incluso a las reclamaciones económicas de Estados Unidos por las nacionalizaciones de propiedades pertenecientes a ciudadanos norteamericanos al triunfo de la revolución".
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