Miércoles 7 de oct. de 1998

 








 

 


EDITORIAL
Valor cívico en los pueblos de la provincia de Los Santos

El cura párroco de la ciudad de Las Tablas se quejó de la mansedumbre del pueblo tableño en el sentido que dan la vida por el carnaval, pero que se muestra indiferente con lo que ocurre en su entorno.

De acuerdo con el prelado, Las Tablas es una ciudad completamente sucia, llena de polvo y lodo, con las calles que son un desastre, pero esa situación no parece afectarle a la comunidad tableña que muestra una inercia irritante con problemas que le son inherentes.

Según el sacerdote, la compañía que rehabilita las calles de esa población no ha cumplido o por falta de presupuesto, no atiende en forma eficiente las labores a ella encomendada, proyectando una imagen de abandono y desaliño de una ciudad que es, supuestamente, una población turística por el carnaval y las fiestas de Santa Librada, que gozan de renombre nacional.

Pero no solamente es Las Tablas la que acusa el evidente abandono. Las comunidades costeras de la provincia de Los Santos se quejan de la falta de protección y seguridad, ya que se viene dando constantes robos de motores de fuera de borda y otros implementos que usan los pescadores artesanales. Incluso, las incursiones de barcos piratas y narcotraficantes están afectando a los pacíficos pobladores de los distritos de Pedasí y Tonosí, sin que las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto.

Hace poco, la comunidad tonosieña demandó de la Policía Nacional un vehículo, ya que las autoridades de esa región no tienen transporte para sus operativos, pero hasta el momento, parece que no hay respuesta satisfactoria para los habitantes de la "Esmeralda de Azuero".

Para demostrar que se le tiene amor a Las Tablas y a todos los distritos santeños hace falta algo más que aspavientos y darse golpes de pecho proclamando un cariño a la tierra que los vio nacer. Hace falta valor cívico. Responder al llamado de la tierra identificándose con sus problemas. Los pueblos santeños, que han dado muestras de unidad, deben solidarizarse con el interés de resolver estas anomalías, porque este no es un problema aislado sino que le concierne a todos.

La región de Azuero, es, por antonomasia, progresista. Por ello, reclama el concurso de sus coterráneos para exigir más y mayor atención a sus problemas. Pero tienen que marchar unidos y recordarle a las autoridades que los santeños también son panameños y están esperando días mejores. Ya tienen la estocada de la degradación de aranceles que afecta a los productores agropecuarios para que ahora se sume la falta de seguridad.

Es oportuno recordarle a las autoridades que los santeños son alegres y trabajadores, pero no deben menospreciar su corazón rebelde.

 

 

 

 


 

AYER GRAFICO
Los candidatos de la Unión Nacional y su escolta Ramón Hernández en 1967.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no corrijo a mis hijos.


OPINIONES



 

 

PORTADA | NACIONALES | PROVINCIAS | DEPORTES | LATINOAMERICA | COMUNIDAD | REPORTAJES | VARIEDADES | CRONICA ROJA | EDICIONES ANTERIORES


   Copyright 1996-1998, Derechos Reservados EPASA, Editora Panamá América, S.A.