Para el señor Eugenio Alveo, vivir en la comunidad de Tranquilla, de Antón, no ha sido fácil, pero pese a su precaria condición y no tener hijos, decidió hace cinco años adoptar a un niño. El pequeño que ya asiste a la escuela, presenta algunos problemas de salud, como miopía.
Alveo anhela que su hijo adoptivo tenga lo necesario para estudiar, con mucho esfuerzo logra que su niño fuera acreedor de una pequeña beca por un año que otorga el programa de la Cámara Junior, por lo que ahora espera que Educación o IFARHU le ayuden, considerando la deficiencia que tiene en la vista y sus buenas calificaciones.