Viernes 25 de sept. de 1998

 








 

 


Tecnología policial contra el crimen

Gilberto Carreño
OEI

E
l avance de la tecnología mundial pone al servicio de los países desarrollados los más sofisticados inventos para prevenir y combatir una criminalidad que tampoco se queda atrás en el uso de los más modernos instrumentos creados por la civilización actual. De igual manera, con las limitaciones que impone el subdesarrollo, nuestros países se las ingenian para mejorar y, en algunos casos, perfeccionar y desarrollar técnicas que les permita hacer frente al crimen.

De esta manera, mientras desde Estados Unidos llegan noticias sobre la utilización de los "robots sabuesos", de perfeccionado "olfato" para resolver casos y de Europa detalles sobre una nueva generación de policías denominada Infocop, invento británico de altísima tecnología para garantizar la más absoluta seguridad de todos los asistentes a la Copa Mundial de Francia 98, en Venezuela se revelan algunas técnicas de la Policía Nacional tanto para la identificación de homicidas como de cadáveres. De la misma manera, empresarios del área de la seguridad sorprenden con sus novedosas herramientas a una población que acude en busca de cualquier artefacto en los establecimientos comerciales que le garantice protección en su casa o su automóvil contra el hampa desbordada.

Uno de los métodos puestos en práctica por la Policía Técnica Judicial (PTJ), de carácter nacional, es el de la oclusografía, sistema que permite identificar a indiciados que dejan plasmadas sus huellas dentales en la piel de sus víctimas. De igual manera, posibilita la identificación de cadáveres a través del estudio comparativo de la dentadura.

La oficina encargada de desarrollar la mencionada técnica, inicia sus trabajos en 1975, cinco años antes de que se comenzara a reconocer en el país la Odontología Forense como una especialidad y se introdujera en la Universidad Central de Venezuela como materia de perorado.

concretos en los cuales el estudio y clasificación de huellas de mordeduras La PTJ muestra una relación de casos orientaron a los investigadores, así como de otros, en los que resulta difícil la identificación de cadáveres, especialmente en casos de desastres masivos, como accidentes aéreos, de tránsito o cualquier otra calamidad que genere un número importante de víctimas.

División de Medicina Legal de la PTJ, consideran en términos generales que Venezuela, pese a los escasos recursos que destinan para el funcionamiento Los funcionarios que trabajan en la de su institución policial, tiene uno de los mejores sistemas de identificación.

Víctor Avid, jefe del Departamento de Odontología Forense, expresa: "todos los ciudadanos de este país, estamos reseñados en la Oni-Dex. Hay países desarrollados que no cuentan con este método y a la hora de identificar a un homicida resulta bastante difícil obtener sus rastros dactilares, porque estos no están archivados en ninguna dependencia gubernamental". Citó como ejemplo el caso de Jaca El Destripador, que dejaba sus rastros dactilares en todos los sitios donde actuaba, pero los sabuesos de Scotland Yarda no tenían cómo compararlas, porque no había registro de este individuo.

ANTROPOLOGIA FORENSE
Desde hace 30 años funciona el Departamento de Antropología Forense de la PTJ, cuyo trabajo es constatar que los restos humanos que se les entrega a los expertos correspondan a determinada persona. Se trata de una labor científica, no adivinadora, expresan los funcionarios a cargo de la dependencia policial

En lo que va del año, el departamento ha recibido 78 osamentas no identificadas y 47 restos óseos para establecer sus edades cronológicas. El pasado año 97 procesaron 240 restos humanos no identificados. Los especialistas analizan cadáveres quemados, calcinados, descuartizados y restos óseos. Son muchas las oportunidades en las que deben participar en exhumaciones.

EL FOTOCRANEOGRAFO
Al frente del Departamento de Fotografía Científica de la PTJ, que tiene 23 años de fundado, se encuentra Carlos Jiménez, un caraqueño que cursó estudios en la Escuela Técnica de Fotografía. Su trabajo es hacer fotografías a cadáveres no identificados, las cuales son mostradas a los familiares para facilitar su reconocimiento. En lo que va del año, 20 cadáveres no identificados forman parte del álbum que lleva Jiménez.

A principios de la década de los 80, Carlos Jiménez sintió la necesidad de crear su propio método, hacer algo más en el campo de la identificación de personas a través de osamentas, concretamente el cráneo y la cara. En esa época encontró trabas que le impedían llegar a la identidad de los restos a través del fotomontaje. Por ello decidió trazar coordenadas fijas para colocar el cráneo en la misma rotación de la foto suministrada. Sin embargo, para vencer inconvenientes en relación con la posición del rostro, creó un instrumento que diseñó y que denominó "Fotocraneógrafo", que ha ido modificando para mejorar la técnica. Le agregó un trípode que le permite mover el rostro de la calavera

 

 

 



 

La PTJ muestra una relación de casos orientaron a los investigadores, así como de otros, en los que resulta difícil la identificación de cadáveres, especialmente en casos de desastres masivos, como accidentes aéreos, de tránsito o cualquier otra calamidad que genere un número importante de víctimas.

 

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