Dalis Grajales, de 59 años, residente en Santa Librada, murió al caerse de un auto.
Según su hijo, José Luis Sánchez, la señora recibió golpes de la puerta de un reo y de la caída cuando se lanzó del auto en marcha al percatarse que éste no tenía control de su conductor.
Sánchez dijo que su madre viajaba en un reo de Canglón hacia Santa Librada, en la parte delantera con la educadora Susana Sáenz y otros tres pasajeros en el vagón, pero al percatarse que el conductor no tenía control se llenaron de nervios, abrieron la puerta y antes de lanzarse sufrió un golpe con la puerta de hierro, según testigos.
La educadora Sáenz también se lanzó y sufrió golpes en la cabeza. Fue trasladada a Panamá.