A las 4: 10 de la tarde del sábado, dos luces amarillas indicaron que las cien horas de lectura continua de la Biblia habían llegado a su fin, logrando el grupo de Alianza Evangélica de Chiriquí y otros cristianos colaboradores, por segundo año consecutivo, dejar la marca entre la ciudadanía de que Cristo es el rey, a través de las lecturas sagradas que leyeron durante cuatro días. Este año la terminal de transporte de David, sirvió de escenario.