El caballero se presentó y de inmediato me puso la queja. El compró una casa en Volcán hace tres años para vivir allí. Disfruta de este hermoso lugar, ya que "es como vivir en aire acondicionado", me dijo muy entusiasmado.
Pero agregó que hay que luchar contra la contaminación del ambiente.
Explicó que al lado suyo hay un taller de mecánica. A cada momento el irresponsable dueño lanza a la tierra cantidades de aceite.
Este líquido es uno de los peores contaminantes del medio ambiente.
Añadió el caballero que personalmente ha indicado al dueño del taller que no haga eso. Incluso las autoridades de Volcán le han señalado lo negativo de su acción.
Al parecer, todo le "entra por un oído y le sale por el otro".
A mí no me extraña lo que me dijeron. Porque hay muchos panameños que no comprenden el daño que le hacen al medio ambiente, con sus malas acciones.
Le indiqué al señor que incluso este taller perdía dinero. Ese aceite"quemado" puede filtrarse o sedimentarse y volverse a usar.
Por eso todos los panameños debemos convertirnos en guardianes del medio ambiente. Hay que denunciar a las personas que contaminan nuestras tierras y aguas.
No solamente con aceite quemado se hace año a la naturaleza.
Quienes botan basura en sitios públicos (a orillas de las carreteras), están asesinando la naturaleza.
Hay panameños que pueden romper un récord... ¡por cochinos!
Por eso el patio de sus casas es un muladar. Esta es una de las razones del problema del dengue. Los mosquitos se aprovechan del poco me importa de esos panameños.
Desde la familia hay que crear conciencia en niños y adultos para no contaminar.
Y no crean que solamente se contamina con basura. Pocos hacen caso a la contaminación del ruido, que daña los oídos.
Agregue a eso otra contaminación poco conocida. La de hablar "hierba" de ciertos panameños. Eso daña el ambiente socio cultural. ¡Ni qué hablar de la politiquería!