Tragedia cubana: Pierde el oro del béisbol olímpico ante EEUU

Juan Zamorano
AP
Cuba sufrió ayer miércoles una catastrófica derrota 4-0 ante Estados Unidos, que no solo le costó un tercera medalla de oro consecutiva en el béisbol olímpico, sino que le dejó una espina clavada ante un equipo con el que mantiene una vieja rivalidad en un deporte en el que es potencia indiscutida. Los norteamericanos, con una novena integrada por peloteros de las menores de los equipos de grandes ligas y con el magnífico pitcheo del derecho Ben Sheets, le propinaron a los cubanos la que probablemente sea la derrota más dolorosa en su historia. Cuba, donde el béisbol es el deporte nacional, tuvo que conformarse con la plata y Corea del Sur se llevó el bronce al ganarle previamente 3-1 a Japón. "Realmente nuestra esperanza era el oro", señaló el manager cubano Servio Borges."La plata, empero, tiene su valor y no nos sentimos ni desmoralizados, ni enfermos, ni destruidos". "Esto sólo fue un partido de béisbol", agregó. Estados Unidos frustró el intento de Cuba de ganar su tercera presea dorada seguida en el béisbol olímpico.Las dos anteriores las alcanzó en Barcelona '92 y en Atlanta '96. El lanzador José Ibar señaló que los norteamericanos "nos sorprendieron al traer a un lanzador muy preparado". "Perdimos como se debe perder: peleando hasta el final", agregó."Hoy fue la noche de ellos". Estados Unidos comenzó a gestar su victoria desde el mismo primer capítulo, al castigar al estelar abridor cubano Pedro Luis Lazo con un cuadrangular solitario del jardinero Mike Neill. Al inning siguiente, el guardabosque John Cotton le bateó un doblete a Lazo y el manager Borges decidió reemplazarlo por el derecho Ibar, que sofocó la rebelión norteamericana al retirar a tres de los cuatro bateadores que enfrentó. En tanto, el derecho Sheets maniató a la ofensiva cubana, permitiendo sólo sencillos a Omar Linares y Oscar Macías en los seis primeros innings. Los norteamericanos, dirigidos por Tommy Lasorda, ex manager de los Dodgers de Los Angeles, jugaron sin complejos y se inspiraron hasta con el guante. El primera base Doug Mientkiewicz se zambulló de cabeza en el cuarto para robarle espectacularmente un imparable a Linares. "No sólo el mejor equipo o el más grande es el que gana siempre", dijo Lasorda."Creo que hoy, además del buen brazo de Sheets, mi novena llevaba más en sus venas las ganas de ganar que Cuba, un gran equipo". Estados Unidos aumentó en el quinto la pizarra con un racimo de tres carreras. Mientkiewicz recibió una base por bolas y anotó tras un doblete del receptor Pat Borders. Eso fue todo para Ibar, que fue sustituído por el derecho Maels Rodríguez. Rodríguez no se salvó del castigo y el jardinero Ernie Young le pegó un hit con dos outs, que impulsó a Adam Everett y Brent Abernathy para el 4-0 definitivo. Cuba no le hizo daño alguno al derecho Sheets, quien se dio el lujo, incluso, de ponchar dos veces al temible cuarto bate Orestes Kindelán. Sheets lanzó toda la distancia y sólo permitió tres imparables.Los norteamericanos pegaron nueve incogibles. Fue apenas la segunda derrota en una veintena de triunfos cubanos en la pelota olímpica.Ya antes había caído ante Holanda, un país con poco tradición en el béisbol. Cuba debió enfrentar por primera vez un torneo en que se incorporó el bate de madera y se permitió que jugasen peloteros profesionales. "Ello influye mucho en cualquier resultado", consideró Borges.
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