A su fase final llegó el juicio del homicidio del obrero Luigui Argüelles y en manos del jurado de conciencia-integrado por 7 mujeres y un hombre-se encuentra la suerte de los policías: Augusto César Garay y Manuel Moreno, imputados en el proceso.
En el Segundo Tribunal de Justicia ayer, viernes, los abogados querellantes que defienden a la víctima pidieron la condena para ambos policías señalados en el hecho de sangre ocurrido el 16 de agosto de 2007 en Isla Viveros, en el Pacífico panameño.
La Fiscalía Cuarta Superior calificó el homicidio como doloso.
Al mismo tiempo la fiscal Dayra Botello pidió la compulsa de copias para que se investiguen tres delitos encontrados durante la investigación sumarial donde se señala la falsificación de una orden de suspensión del proyecto turístico de Isla Viveros.
El que resulte responsable debe enfrentar los delitos de falsedad de documentos, contra la administración pública y contra la administración de justicia.
Por su parte, el abogado Víctor Chan Castillo, defensor de Garay, durante los alegatos finales dijo que varios testigos en el proceso señalaron que la víctima portaba un arma, sin embargo, la querella ha dicho que durante la requisa que realizó el Servicio Marítimo Nacional en la Isla de San Miguel se les revisó a los obreros del SUNTRACS.
Chan Castillo dijo que Luigui había tenido un caso en el Sector 5 de Samaria, San Miguelito, donde había salido a relucir un arma calibre 380.
En horas de la tarde de ayer le correspondía alegar finalmente al abogado de la Policía Nacional, Ronald Hurley, defensor del sargento Manuel Moreno.
Argüelles murió producto de la descarga de perdigones a pocos metros de su cuerpo en una protesta laboral contra el proyecto Macteq, en la Isla Viveros.