¿Sabe usted que las fuerzas más poderosas de la naturaleza son invisibles? ¿Puede usted ver el sonido, el calor, la electricidad o la gravedad? Asimismo, las fuerzas más poderosas del hombre son invisibles: la fuerza y el poder del amor, del pensamiento, de la fe y de la creencia. Esas fuerzas no se ven, pero existen dentro de cada ser humano, se sienten y son poderosas.
Pero entonces, ¿qué ocurre con su fuerza de voluntad? Muchos psicólogos piensan que el poder de la voluntad no funciona por sí mismo. El deseo y la fuerte convicción de una persona de que va a realizar algo, que para él es importante, es lo que determina que esa persona active su fuerza de voluntad. Si no la tenía hasta entonces, la desarrolla rápidamente. La creencia o fe profunda refuerza el poder de la voluntad.
La creencia intensa para conseguir lo que se quiere es una característica básica y esencial de todas las personas que han triunfado en la vida. Usted llega a ser lo que cree, en la medida exacta de la inmensidad de su convencimiento.
Creyente es el que tiene fe en Dios, en su cónyuge, en sus hijos, en su trabajo, en sus amigos, en la vida, en el futuro, en las personas, en la patria y, lo más importante, tiene fe en sí mismo. Si usted es hechura de Dios, ¿cómo no va a creer en usted mismo? Recuerde siempre esta frase: ¡Creo en mí mismo, porque Dios me hizo y í‰l no hace basura!.
Como piense un hombre de sí mismo, es decir como crea intensamente, así mismo será. Si usted en la vida no realiza lo que considera que es importante, es porque realmente no piensa ni cree profundamente en su corazón que puede hacerlo. Es decir, usted es el que ha tenido dudas de que eso que desea es adecuado o que podrá realizarlo. Aprenda a manejar esas fuerzas que Dios le ha dado para que pueda realizar cosas maravillosas en la vida.
Cuando su actitud mental positiva, la visualización intensa de lo que usted quiere y su fe se mantienen con suficiente fuerza, usted puede controlar, realmente, condiciones y circunstancias.
Crea intensamente y Dios hará maravillas en su vida. Recuerde que el Señor lo ama, está siempre con usted y con Dios, que es amor. ¡USTED SERÁ INVENCIBLE!