La popularidad del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, resiste al escándalo en su equipo de campaña y todo indica que será reelegido el 1 de octubre, según un sondeo difundido a siete días antes de las elecciones.
La encuesta Datafolha, realizada el pasado viernes, le atribuye a Lula una intención de voto del 49%, contra el 31% que le adjudica al socialdemócrata Geraldo Alckmin, su principal adversario y el único que podría llegar a impedir que renueve su mandato el mismo día 1.
No obstante, la segunda vuelta a la que apuesta Alckmin parece lejana.