El haber nacido con deficiencias hormonales que le impedían crecer normalmente, fue al principio un problema para Félix Hernández, pero a sus 20 años se dio cuenta que esa podía ser la oportunidad de su vida de ser jinete.
Fue así como Félix, quien reside en el corregimiento de Guadalupe en La Chorrera, convence a su madre, María Díaz, que le permitiera ingresar a la Academia de Jinetes Laffit Pinckay, aunque con mucho temor.
El apoyo de su madre en esta nueva y riesgosa aventura de Félix, fue difícil, ya que la directora del IPHE, le dijo que le daba los papeles de su hijo, pero no se hacía responsable, aún así ella aceptó porque eso era lo que él quería.
ESTUDIANTE CARISMATICO
Poco a poco, Félix se fue ganando el aprecio dentro de la academia de jinetes, no sólo de sus compañeros, sino también de sus profesores, que con su paciencia, lograron que fuera venciendo todos los obstáculos.
En diciembre del año pasado, Félix Hernández, hizo realidad su sueño, al recibir el certificado de jinete y del estudiante más carismático de esa promoción.
Ahora, Félix sueña con viajar a los Estados Unidos, para realizarse en su carrera de jinete y poder comprarle a su querida madre, una casa y un carro.
Aunque con el credo entre los dientes, como la primera vez que lo vio correr una carrera de caballos, su madre confía en Félix y sólo le pide a Dios que lo cuide siempre.