Miércoles 23 de sept. de 1998

 








 

 


MENSAJE
La Primera Baja

Hermano Pablo
Costa Mesa, California

D
esde Israel mandó una postal a sus padres:"He visto Jerusalén, Belén, Nazaret y el mar de Galilea. Vamos a ver qué sucede después. Espero estar pronto en casa." A su esposa le mandó otra postal:"Estamos a la espera de lo que pasará. Deseamos que todo termine pronto y bien. Espero verte a ti y la niña en abril. Te Amo."

Las dos postales las escribió Michael Scott, piloto en la guerra del golfo Pérsico. Michael nunca volvió a su casa. Murió en el primer ataque aéreo nocturno, siendo él la primera baja de la guerra.

¿Qué podemos decir de las guerras? Las guerras han sucedido ininterrumpidamente en la humanidad desde los albores de la historia. En los últimos dos mil años, los años que lleva el cristianismo en el mundo, acumulando todo el tiempo de sosiego, ha habido apenas 140 años de paz. Aun así, siempre ha sido una paz armada, densa de zozobras y amenazas.

Las causas de las guerras son muchas y muy complejas. Algunas guerras han sido de conquista, cuando un mandatario ha querido extender su territorio a expensas del territorio de otro. Otras han sido guerras religiosas, cuando líderes fanáticos han tratado de extender sus creencias por medio de las armas. Otras han sido guerras ideológicas, cuando algún líder, desconfiando de la razón y la palabra, ha armado ejércitos para convencer a los demás.

Jesús intuía este estado de cosas cuando dijo en su sermón profético:
" Ustedes oirán de guerras y de rumores de guerras, pero procuran no alarmarse. Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin" (Mateo 24:6).

Saddam Hussein llamó a esta última guerra"la madre de las guerras". Hablaba, sin duda, el carácter destructivo de sus ejércitos. No triunfó, pero sí expresó con eso lo que es toda guerra: destrucción de pueblos y de gentes. Probablemente seguirán otras muchas guerras hasta que llegue el fin.

Lo que sabemos por la infalible palabra de Dios es que llegará el día en que ya no habrá más guerras. Ese día, cuando haya cesado todo odio, todo rencor, toda violencia, toda enemistad, Cristo vendrá en gloria y establecerá su reino eterno de paz perfecta. Mientras tanto, hagamos nuestra paz personal con Dios nuestro Creador. El quiere ser nuestro Salvador.

 

 

 

 

 

CULTURA
Venden replicas de "Old Sparky", la silla eléctica de florida.

 

PORTADA | NACIONALES | OPINION | PROVINCIAS | DEPORTES | LATINOAMERICA | COMUNIDAD | REPORTAJES | CRONICA ROJA | EDICIONES ANTERIORES


   Copyright 1996-1998, Derechos Reservados EPASA, Editora Panamá América, S.A.