El Gobierno de Estados Unidos está dispuesto a revisar su estrategia antidrogas en Centroamérica luego de incluir a Costa Rica, Nicaragua y Honduras en la Lista de países con mayor tránsito de drogas ilícitas, en la que ya figuraban Guatemala y Panamá.
La embajadora estadounidense en Costa Rica, Anne Andrews, afirmó en rueda de prensa que su Gobierno es consciente de que la realidad y las necesidades del istmo son diferentes a las de Colombia y México, y que por eso este año inició la Iniciativa Regional para la Seguridad en Centroamérica (CARSI, por sus siglas en inglés).
Según Andrews, la inclusión de Costa Rica y los demás países en la lista "no es un señalamiento de fallas por parte de los gobiernos, sino una simple descripción de la situación".
La embajadora enfatizó que el aparecer en la lista "no es garantía de que Estados Unidos aumentará automáticamente los recursos de cooperación con un país, pero sí de una revisión de la clase de recursos y cooperación que estamos dando y podemos dar".
Andrews subrayó que la respuesta al problema del narcotráfico debe ser regional, por lo que cualquier esquema de ayuda de su país tendrá esa tónica, y añadió que la presidenta costarricense, Laura Chinchilla, podría liderar los esfuerzos conjuntos en esa materia en el istmo.
Por su parte, el ministro costarricense de Seguridad, José María Tijerino, demandó un plan antidrogas específico para Centroamérica.
Para el ministro, la inclusión del país en la lista, enviado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al Congreso de ese país, prueba la necesidad de mayores recursos para enfrentar a las bandas narcotraficantes que se han desplazado de Colombia y México hacia la región.
No podemos ser vistos como un apéndice del Plan Mérida (plan antidrogas de Estados Unidos para México y parte de Centroamérica). No somos algo residual de lo que sucede en México y Colombia; merecemos un plan específico para lo que pasa en Centroamérica", afirmó Tijerino.