 |
¡Después no digan que nadie les advirtió!  |
Estos estudiantes no presienten el peligro de muerte a la vista que está sobre sus cabezas.
La parada poco a poco ha ido cediendo terreno para caer -cuando uno menos lo espera- desplomada en el pavimento, situación que debe poner en alerta roja a los responsables de mantener estas estructuras en buen estado para evitar una tragedia. ¡Después no digan que nadie les advirtió! |