EN EL HIPODROMO PRESIDENTE REMON
Hace 15
años Panamá fue anfitrión del Clásico
Internacional del Caribe

Manuel Vargas Roa
Crítica
en Línea
El
XVII Clásico Internacional del Caribe se efectuó
en el Hipódromo Presidente Remón de la Ciudad de
Panamá el domingo 2 de diciembre de 1984, con asistencia
de seis de los ocho países miembros de la Confederación
Hípica del Caribe. Los ausentes fueron México y
Ecuador, de los que el primero, ganador de diez ediciones, fue
extrañado, principalmente porque sus representantes siempre
fueron enemigo común.
En ausencia de México, el favoritismo recayó
en el representante panameño French Dancer, propiedad
del Stud Las Damas, y con Odín Londoño en la silla,
figurando como sus principales rivales Kabakan, de Venezuela,
y la potranca colombiana Galilea.
Como resultaron las cosas, French Dancer fue efectivamente,
el favorito absoluto, y Kabakan lo siguió en las apuestas;
pero Galilea fue olvidada 14 por 1, prefiriendo el público
como tercer cotizado al puertorriqueño Torresanto.
Galilea, propiedad del Haras Santa Lucía, nombre de
crianza y de pista del caballista Elkin Echeverría, dio
a su país el primer triunfo en nueve participaciones en
el Clásico Marlboro del Caribe. Hasta el año de
1984, Colombia tenía el tercer lugar de Farsalia en la
edición de 1969 en el Hipódromo de Las Américas
de la Ciudad de México, y el dos-tres de Blackaman y Miss
Verónica en 1983, ésta hermana de crianza de Galilea.
La hija de Guillemont vino de atrás por fuera para
dar caza y superar por una cabeza a French Dancer, montada hábilmente
por Jorge Duarte, quien había conducido a Miss Verónica
en Puerto Rico. En tercer lugar, dos y medio cuerpos atrás,
quedó el venezoloano Kabakan, del Stud Saltrón,
con Pedro Monterrey en la silla, y una cabeza más atrás
entró en cuarto lugar la potranca jamaiquina Thronbird,
montada por Emilio Rodríguez. Quinto finalizó a
una nariz de su antecesora Le Chateau, de Colombia, guiado por
Luis Munar.
Completaron el grupo estelar de 14 ejemplares: Egoísto
(6º.), de Panamá, montado por Modesto Linares; Echame
la Culpa (7º.), de Panamá, con Miguel Ossa en sus
lomos; Dr. Peguero (8º.), de República Dominicana,
conducido por Víctor Gell; Rey Thot (9º.), de Panamá,
con José Luis Flores en la silla; Becar (10º.), de
Puerto Rico, con Pedro Luis García llevando sus riendas;
Buck Song (11º.), de República Dominicana, con la
monta de Randall Victoria; Borgia (12º.); de Venezuela,
con la guía de Juan Vicente Tovar; Carl Star (13º.),
de Trinidad y Tobago, con las botas de Venice Richards y Torresanto
(14º.), de Puerto Rico, con la conducción de Raúl
Rojas.
Vale recordar que Echame la Culpa, elegible de Panamá,
entró a la carrera al ser retirado por lesión en
entrenamiento Valeroso, Trinidad y Tobago. En tanto que Torresanto,
de Puerto Rico, no terminó la prueba, ya que se mancó
durante el evento.
Con un lleno absoluto en el Hipódromo Presidente Remón,
que tuvo un fin de semana de entradas y apuestas récord,
se efectuó la ceremonia protocolaria de izamiento de las
banderas de los países de la Confederación Hípica
del Caribe, y después el tradicional desfile Marlboro.
En las tribunas estuvo para la carrera el presidente de Panamá,
Dr. Nicolás Ardito Barletta, quien bajó al círculo
de los ganadores para entregar los trofeos del hipódromo
y de Marlboro al triunfador acompañado por la Sra. Elizabeth
Butson, vicepresidenta internacional de Phillip Morris y alma
de Marlboro en el Derby caribeño.
Por segundo año consecutivo en la historia del Clásico
Internacional del Caribe, la victoria fue para una potranca,
el año anterior había ganado la puertorriqueña
Verset Dancer, imponiendo marca de 1.50.1 para los 1,800 metro,
corriendo como local.
Mientras que Galilea marcó un modesto 1.57.2 para la
distancia, pero en una pista profunda.
La carrera fue de dominio alterno al principio; pero el local
French Dancer levantó el grito fuerte de los asistentes
cuando entró a la recta final con suficiente ventaja para
lucir ganador. Sin embargo, en la carrera hacia la meta Galilea
fue cerrando gradualmente terreno animada por Jorge Duarte, y
se entabló el cerrado duelo. Cerca de la meta, con los
dos ejemplares a la misma mano y ritmo de extremidades y cuerpos,
parecía uno solo. En la propia meta alargó la potranca
"zaína" la cabeza para llevarse la histórica
decisión fotográfica. Un salto después ya
tenía más de un cuello a su rival panameño.
Esta fue la tercera ocasión en que el Hipódromo
Presidente Remó recibió al Clásico del Caribe.
La primera fue en 1970, cuando el mexicano Hashin venció
apretadamente al venezolano Tito Luis, y la segunda en 1973,
cuando Panamá obtuvo el primero de sus ocho triunfos caribeños,
al ganar Montecarlo por 3 1/2 cuerpos a Punta Salinas Bay, de
Puerto Rico y Karachi, de Colombia, que quedaron separados por
un cuello.
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Esta fue la tercera
ocasión en que el Hipódromo Presidente Remó
recibió al Clásico del Caribe. La primera fue en
1970, cuando el mexicano Hashin venció apretadamente al
venezolano Tito Luis, y la segunda en 1973, cuando Panamá
obtuvo el primero de sus ocho triunfos caribeños, al ganar
Montecarlo por 3 1/2 cuerpos a Punta Salinas Bay, de Puerto Rico
y Karachi, de Colombia, que quedaron separados por un cuello.

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