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La corrupción política en Colombia es peor que la guerra, dice un obispo
Bogotá
AFP
La corrupción administrativa y política imperante en Colombia "tiene un nivel destructor superior al de la guerra" de guerrillas y está minando gravemente al Estado, afirmó el martes el obispo católico Héctor Fabio Henao. "El cáncer de la corrupción está carcomiendo la confianza de los ciudadanos en el Estado, quitando espacios de participación ciudadana y disminuyendo el compromiso social de los gobiernos", señaló a la prensa monseñor Henao. El prelado dirige el departamento de pastoral social de la Conferencia Episcopal Colombiana y es uno de los promotores de una salida "pacífica pero con justicia" para el conflicto interno. Henao reiteró ante los periodistas una aseveración que hizo el lunes en un foro por la paz celebrado en la ciudad de Cartagena (costa Caribe), de que los actos corruptos de los funcionarios y dirigentes políticos causan más daño a Colombia que la guerra cruzada entre el Estado, los rebeldes de izquierda, los paramilitares de extrema derecha y los narcotraficantes. Los comentaristas de radioemisoras recordaron el martes que el ex comandante de las Fuerzas Armadas y actual embajador de Colombia en Grecia, general Manuel Bonett, aseguró el año pasado que la corrupción política "es peor que la guerrilla y el narcotráfico juntos". El Fiscal general colombiano, Alfonso Gómez, anunció recientemente que ha emprendido una campaña tendiente a capturar a los funcionarios corruptos y a recuperar los fondos estatales "desviados" por éstos. Ese programa cuenta con el respaldo del presidente Andrés Pastrana, la Contraloría y la Procuraduría (organismo encargado de vigilar los actos de los funcionarios al servicio del Estado), señaló Gómez. Diversos comentaristas de prensa afirman que la corrupción y la debilidad del Estado han contribuido a la crisis económica sin precedentes que padece Colombia, al auge del narcotráfico y los grupos armados y a la situación de bancarrota en que se hallan los hospitales, las escuelas y otros servicios públicos.
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El Fiscal general colombiano, Alfonso Gómez, anunció recientemente que ha emprendido una campaña tendiente a capturar a los funcionarios corruptos y a recuperar los fondos estatales "desviados" por éstos. Ese programa cuenta con el respaldo del presidente Andrés Pastrana, la Contraloría y la Procuraduría (organismo encargado de vigilar los actos de los funcionarios al servicio del Estado), señaló Gómez. Diversos comentaristas de prensa afirman que la corrupción y la debilidad del Estado han contribuido a la crisis económica sin precedentes que padece Colombia, al auge del narcotráfico y los grupos armados y a la situación de bancarrota en que se hallan los hospitales, las escuelas y otros servicios públicos.
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