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EDITORIAL
Diálogos y PRD
La decisión del opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD), de retirarse de los diálogos nacionales para reactivar la economía y buscar alternativas tendientes a resolver la crisis actuarial del programa de Invalidez, Vejez y Muerte, no parece ser la más adecuada.
El retiro surge al calor de la derrota que sufrió la actual dirigencia perredista en las elecciones por la directiva de la Asamblea Legislativa.
Aunque es censurable la injerencia del Ejecutivo en las maniobras del oficialismo para controlar el poder legislativo, lo cierto es que el propio PRD ha reconocido que desde mayo desarrollaban negociaciones con el gobierno para la distribución de las cuotas de poder dentro del Palacio Justo Arosemena.
Según revelaciones, el PRD ofreció que algunos miembros de su bancada votaran por el arnulfista Jacobo Salas para la presidencia de la Asamblea. La negociación no cuajó y el oficialismo optó por una nómina liderada por el disidente perredista Carlos Alvarado.
Esa situación ha originado una reacción un tanto infantil de la dirigencia del PRD, de optar por retirarse de los mecanismos de concertación en los que participan los sindicatos, empresarios, políticos y el gobierno.
No hay que negar que los aportes del PRD fueron fundamentales en la legislación para el uso del Fondo Fiduciario para reactivar la economía y el referente al tema educativo.
Con su retiro, el PRD ahora deberá aceptar los consensos que les presenten el resto de los partidos y las otras fuerzas sociales, con el agravante de que ahora son minoría en la Asamblea Legislativa, y tendrán menor oportunidad de realizar aportes a los proyectos.
Entendemos que la campaña electoral se está adelantando en Panamá y que los opositores deben cuidarse de no proyectar una imagen de colaboradores del oficialismo, pero hay temas como la Caja del Seguro Social y la reactivación económica, que forman parte de una agenda de Estado, donde los intereses partidistas son secundarios.La dirigencia del PRD debe meditar con mayor serenidad sus decisiones, porque los tiempos de posiciones radicales y las bravocunadas, ya pasaron a la historia.
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PUNTO CRITICO |
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