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Niegan financiamiento iraquí en campaña de Chávez
Agencias
Internacionales
La agitación política que vive Venezuela amenaza con empeorar una recesión que ya es la más grave en décadas. Después que la Asamblea Constituyente, controlada por simpatizantes del presidente Hugo Chávez, prácticamente clausuró al Congreso, el mercado bursátil venezolano registró una caída acumulada de 5,22% y los bonos venezolanos están perdiendo rápidamente su valor. Chávez sostiene que un nuevo Congreso se instalará en los próximos meses, pero por ahora todo el poder en Venezuela parece estar concentrado en las manos del presidente, sus generales y el cuerpo constituyente controlado en más de 92% por sus partidarios. El conflicto político ha ahuyentado a los inversionistas y los economistas afirman que la situación ha oscurecido aún más las perspectivas económicas de Venezuela. La bolsa venezolana experimentó el miércoles un alza de 1,9%, pero los corredores opinan que ese aumento debe interpretarse como un ajuste técnico derivado de las fuertes caídas experimentadas en las últimas cinco sesiones. Los volúmenes negociados siguieron siendo bajos. Los inversionistas están nerviosos porque ``hay un avasallamiento, no hay un estado de derecho, están disolviendo el congreso en contra de la voluntad del congreso,'' dijo Pedro Palma, un economista privado. ``Eso es algo que el gobierno tiene que medir con muchísimo cuidado porque las consecuencias para Venezuela pueden ser tremendamente adversas.'' Chávez, un ex líder golpista que asegura estar encabezando una ``pacífica revolución social'', ha ganado un respiro económico gracias a un reciente repunte de los precios del petróleo, el principal producto de exportación venezolano. Pero a diferencia de los últimos años, cuando el alza de los precios del crudo llevaba automáticamente a una recuperación económica, la economía ahora está mostrando pocos signos de reanimarse. Los analistas estiman que la economía cerrará el año con una contracción de entre 4% y 8%. Según cifras atribuidas al Banco Central de Venezuela, la economía registró en el primer trimestre del año una contracción del 9,8% comparada con el año pasado. Desde que Chávez asumió el mando en febrero, unas 600.000 personas han perdido sus empleos, lo que ha elevado la tasa de desempleo a entre 16% y 20% este año. Y aquellos que aún conservan sus trabajos están perdiendo su poder adquisitivo progresivamente. La confrontación entre partidarios y oponentes al presidente Chávez acabó la semana pasada en violentos choques callejeros. Las cámaras de la televisión transmitieron imágenes al mundo de legisladores trepando la verja que circunda el congreso en un inútil esfuerzo por volver a sesionar en su sede que ocupa ahora la Asamblea, elegida para elaborar una nueva carta magna. El ministro de Finanzas José Rojas admitió ante reporteros el martes que es ``natural'' que los inversionistas sean cautos en tiempos de transformaciones históricas. Hay algunas señales positivas. Los altos precios del crudo, que se han duplicado desde marzo tras caer a sus niveles más bajo en 12 años, permitirán a Venezuela reducir su déficit fiscal a menos del 6% del producto interno bruto (PIB), dos puntos por debajo de lo estimado previamente. La inflación también está cayendo. El Banco Central anunció el miércoles que la variación acumulada para los ocho primeros meses del año se ubicó en 13,5%, cifra que está 7,1 puntos por debajo de la tasa de crecimiento que se registró el mismo período del año anterior.
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