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Pinochet contradice a sus defensores, dice tiene buena salud
Agencias
Internacionales
El ex dictador chileno Augusto Pinochet rompió su silencio y dijo que su salud está bien, sólo pocas horas después que sus abogados solicitaron que se le practiquen exámenes médicos para evitar su enjuiciamiento. "La salud está buena y el ánimo está bien", dijo en la noche del martes el octogenario general retirado a periodistas en la costera ciudad Viña del Mar, unos 140 kilómetros al este Santiago, según publicó el miércoles el diario local La Tercera. Pinochet se trasladó de improviso a Viña del Mar y se cree que podría participar en una misa en memoria del fallecido almirante José Toribio Merino, quien lo acompañó en el golpe de estado de 1973 y durante casi todos sus 17 años en el poder. El retirado general perdió definitivamente su inmunidad como senador vitalicio no electo, tras un aplastante fallo de la Corte Suprema chilena que ratificó una sentencia previa de la Corte de Apelaciones. Ahora Pinochet está expuesto a un juicio por los crímenes de la llamada "Caravana de la Muerte", una comitiva militar que recorrió el país en octubre de 1973 eliminando a opositores a la dictadura. Durante la tarde del martes, los abogados defensores de Pinochet habían solicitado formalmente al juez especial Juan Guzmán, que investiga más de cien querellas en su contra, que lo someta a una revisión médica antes de interrogarlo. También pidieron retrasar la declaración indagatoria que Guzmán ya programó para el 9 de octubre. La defensa aspira a que se compare su estado de salud actual con el que presenta en octubre del año pasado, cuando se le realizaron peritajes clínicos en Inglaterra, donde permaneció detenido por 16 meses a petición de un juez español. Para ello sus abogados presentaron el informe médico del equipo de facultativos que lo revisaron en Londres. A partir de ese informe el gobierno británico permitió que el ex gobernante retornara a Chile en marzo. Como pasos previos a un eventual procesamiento del veterano militar, el juez Guzmán deberá interrogarlo y solicitar que se le practiquen pruebas de salud, trámite al que, según la ley chilena, deben someterse todos los inculpados mayores de 70 años. La legislación chilena no acepta razones de salud y sólo exime a un acusado si es declarado "loco" o "demente". Los exámenes solicitados "no son sólo mentales, sino del estado general" de salud de Pinochet, aclaró Gustavo Collao, uno de los defensores del ex gobernante de facto.
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