El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, participó en Nueva Orleans en las ceremonias que conmemoran el segundo aniversario del paso del huracán Katrina, que dejó la ciudad devastada y causó la muerte de al menos 1,500 personas.
Bush reconoció que todavía había problemas para reconstruir la ciudad sureña estadounidense, pero dijo que su gobierno estaba activamente involucrado en la tarea de mejorar las vidas de quienes viven allí.
Algo más de la mitad de la población original ha ido regresando a Nueva Orleans, pero según el corresponsal de la BBC Justin Webb el paisaje todavía es desolador en algunas zonas de la ciudad.
"Muchas áreas parecen páramos, el crimen crece desenfrenadamente y el empleo es escaso", señala.
Durante la ceremonia Bush elogió a la población de Nueva Orleans e insistió en que la ciudad se va recuperar por completo.
Hay mejores días por delante", declaró ante una audiencia en una escuela situada en uno de los distritos que quedaron inundados en 2005.
Además de Louisiana, el presidente visitó el estado de Mississippi, que también resultó gravemente afectado por el huracán.
El Katrina hizo estragos como un huracán de categoría tres (de un máximo de cinco) según la escala Saffir-Simpson, a las 06:10 horas del 29 de agosto de 2005.
A su pasó dejó el 80% de Nueva Orleans bajo el agua, después de que se rompieran los diques que protegían a la ciudad a causa de la presión generada por la tormenta.