El show de Messi y sus amigos contra el Resto del Mundo se llevó a cabo en Panamá el pasado mes de julio y fue un éxito.
Ahora, Julio Dely Valdés, quien para muchos debe ser el nuevo técnico de La Roja, -incluyéndome a mí-, tiene una dura batalla contra los nombres: Basile, Carrasco, Hernández, etc... y abrirá un nuevo acto, que en esta ocasión no se jugará en el Rommel, Julio vs. el Resto del Mundo.
Y lo digo porque "algunos" miembros del G-9 (ellos saben quienes son) quieren que, de todas maneras, aparezcan más y más candidatos internacionales para ocupar el puesto más importante de nuestro fútbol.
Esto no es un relajo, no es poner por poner y después ya. Los trabajos a largo plazo son a largo plazo y Julio, junto con Jorge Dely, deberían tomar las riendas en este preciso momento.
Esos "algunos" miembros del G-9, que se han dedicado a molestar para que Julio no se siente en el banquillo nacional, ya no saben si buscar técnicos en "Google" porque, hasta ahora, no han dado en el clavo.
Creo que ya tienen el equipo completo (20 técnicos sin contar a La Volpe), pues cada semana sacan un nombre nuevo y ¿Julio? No, ellos están por el fantasma extranjero.
Pero, ¿por qué le llamo fantasma? Porque no existe. Porque tienen la mentalidad de ese supuesto extranjero que no existe.
Julio debe ser el elegido. No quiero ser pesimista, pero nos podemos quedar sin nada. Yo no quiero migajas...