A los 5 años era un campeón reconociendo los ruidos en la oscuridad., hasta que una noche mi abuela me desmintió. Yo juraba que el vaivén rítmico y crujiente del caserón de quincha, era por un caballo que siempre se rascaba contra los horcones, pero no, en esa ocasión fueron "golpes de chácaras".
Y ahora no quiero equivocarme con los ruidos de cambios ministeriales, pues lo peor que le pueda pasar a un presidente como Martinelli, es no contar con un equipo competente y sí, con muchos expertos en arrodillarse ante el poder, pero sin mover un dedo. En encuesta realizada a 25 profesionales jubilados y a 30 jovencitos sin cerebro de esos que abundan hoy día en la trastornada Panamá, educados por RPC, Telemetro, TVN2 y escalofriantes emisoras de radio, se reveló que en el gabinete podrían quedarse: Alberto, Alma, Demetrio, Franklin, Lucinda, Roberto y Roxana.
Con la valiosa reunión de opiniones recogidas, se calificó al primer año de gestión, como un buen desayuno: Empanada Capireña con café negro humeante. Y para muchos sobrevivientes de la malaria, el "guayacolato", las financieras y otras pestes, estamos ¡mejor que nunca! Ahora sabemos cómo será el almuerzo, que dependerá si el gobierno decide "más trabajo de campo y menos club".
Los encuestados cavilaron que, siendo ellos Martinelli, darían un frenazo como esos que dan los locos en Loma Cová y en lo que falta, se concentrarían en lo programado y el gran resto en apoyar lo que hacen: Educación, Salud y la Policía. Advierten que si verdaderamente este gobierno quisiera dejar huellas, debiese darle una escoba al resto de los ministerios para limpiar el país , que al fin y al cabo de la zona del canal de los yankees, nadie se acuerda de: Invasiones, tanques, porta aviones ni submarinos si no de lo alentador para nuestras almas cuando veíamos ese maravilloso vergel "bien cuidao" de 10 millas a cada lado y de océano a océano.