El gerente general del Grupo Unidos por el Canal (GUPC), Antonio Zaffaroni, aseguró hoy que la huelga que paralizó durante cinco días las obras de ampliación del Canal de Panamá a principios de julio fue una prueba con fines políticos contra una polémica ley aprobada por el Gobierno panameño.
"A nosotros que nos hayan agarrado como conejitos de indias para verificar cómo resultaba una huelga contra la Ley 30 evidentemente no es que nos haya gustado demasiado", indicó a periodistas Zaffaroni, responsable del consorcio encargado de las obras.
El Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción (SUNTRACS), a través de un comunicado, condenó la aseveración de Zaffaroni, calificándola de "temeraria".
Según el sindicato, tales declaraciones "intentan esconder las graves violaciones que se presentan en dicho proyecto en abierta violación a los derechos laborales".