Chiriquí ha conocido uno de los casos de violación sexual más repudiados en la historia. Un señor de 71 años de edad, supuestamente, descargó sus deseos eróticos con su pequeña hija introduciéndole en el área genital, una yuca.
La situación se registró en el pueblo de Río Sereno, distrito de Renacimiento, y se acusa directamente a Sabino Elizondro Concepción, un ciudadano dedicado a la producción de café en una pequeña finca del poblado.
Según se plasma en la investigación, supuestamente la violación se dio el 19 de agosto, en horas de la noche, y fue conocida por unas tías de la niña cuando ésta se encontraba sangrando y tuvo que ser trasladada hacia el Hospital Materno Infantil, José Domingo de Obaldía.
Aparentemente el responsable del acto intentó ocultar la situación y buscaba la forma de sanar a la menor, pero el daño era evidente. El diagnóstico médico refleja que la niña sangraba por desgarre en su área genital.
La fiscal delegada, Yoana Osorio, investiga el hecho que fue conocido por el Ministerio Público, a través de una llamada telefónica.
Según la funcionaria, ya se tomó declaración del sindicado, pero éste negó su responsabilidad y ni siquiera terminó la diligencia que se le estaba realizando.
Indicó que a pesar de su avanzada edad, tomando en cuenta las circunstancias especiales y sensitivas que conllevan el expediente se analizó mantener la detención preventiva del investigado.
La menor de nueve años es huérfana de madre y ha vivido todo este tiempo junto a su padre y un hermanito de 6 años de edad.
Por seguridad de ambos niños, la Fiscalía Delegada los puso a disposición del juzgado de menores para que les aplicara algún tipo de medida que garantice su bienestar.
Las violaciones sexuales son un delito que se castiga con la cárcel, sin embargo, los daños psicológicos y emocionales que le causan a la víctima, son irreparables, máxime cuando los afectados son niños y adolescentes.
En Panamá se ha reportado muchos casos de violaciones en todos los sectores del país y de todos los estratos sociales.