Milcíades A. Ortiz Jr.
Era uno de los dirigentes del "partido comunista" de Panamá. Se la pasaba hablando de "los obreros explotados por los capitalistas", contra los ricos y los lujos innecesarios, etc.
Sin embargo, él vivía en una lujosa casa de más de sesenta mil balboas, en un barrio elegante de clase media. Tenía buen auto y... cada cierto tiempo llevaba a sus hijos a Disney en Florida.
Allá en Vietnam comunista, en lugar de "irse a pique" el país luego de la salida de los Estados Unidos, ahora es el segundo exportador mundial de arroz y fue sede de un capitalista concurso de belleza.
Otro ejemplo del enredo que hay entre "ideologías" comunistas y economía capitalista (de libre mercado) es la China Roja o Continental.
Cantidad de productos que tienen marca norteamericana y se venden en todo el mundo como si fueran gringas, si los revisa bien verá que son hechos en China (made in China). ¿Y las Olimpiadas?
En América Latina el único país que se jactaba de ser comunista y socialista, Cuba, poco a poco está volteándose hacia el capitalismo con el entusiasmo de su pueblo.
La misma "madrecita Rusia", está llena ahora de millonarios capitalistas, que disfrutan de lujosas mansiones y autos de lujo.
¿Qué está pasando? Lo que pronosticaron algunos pensadores hace veinte años. Ellos se atrevieron a decir en esa época que estaba llegando a su fin la llamada "era de las ideologías".
O sea que sistemas de pensamientos como el comunista, se acabarían ante el anhelo del ser humano de disfrutar "las cosas de la vida".
Así el consumismo ha sido la nueva "ideología" de los antiguos rígidos sistemas comunistas, donde los "lujos" eran un pecado, que incluso causaba la cárcel.
No sé si el mundo ahora está mejor con este "fin de las ideologías". Ya las guerras no son por conquistar territorios para tener más adeptos al comunismo o capitalismo.
Ahora se pelea por el petróleo, el control de regiones que tienen un valor económico especial, por conseguir materias primas a bajo precio...
Es lógico que el ser humano quiera vivir con comodidad y disfrutar de libertad de todo tipo.
Pero si los hombres y mujeres solamente se preocupan por cuestiones de placer y vanidades, sufrirán la falta de una orientación mental (ideas), que le den sentido a sus vidas.
Saludemos el fin de las ideologías, pero tengamos cuidado con el "el remedio sea peor que la enfermedad"...
