El Zenit de San Petersburgo, que buscará hoy tocar la gloria en Mónaco ante el Manchester United y darle a Rusia la primera Supercopa de su historia, se presenta como una amenaza en el grupo H de la Liga de Campeones, en la que se enfrentará al Real Madrid.
Tras hacerse este año con la Copa de la UEFA, los albicelestes de la antigua capital imperial rusa dirigidos por el holandés Dick Advocaat quieren más, buscan instalarse entre los grandes del continente, con Andrei Arshavin al frente. Arshavin, el último genio ruso, no ha logrado hasta el momento su propósito de emigrar hacia Inglaterra o España, preferentemente al Barcelona, su equipo preferido cuando era niño.