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Paula Davila de 62 años, obseva la cruz que identifica la sepultura de su hijo Francisco Guzman.  |
Antropólogos forenses guatemaltecos y autoridades judiciales de Honduras encontraron el pasado lunes los primeros restos óseos sepultados en la antigua base militar de El Aguacate, en el este del país, indicó ayer una fuente del Ministerio Público, cuya Fiscalía de Derechos Humanos dirige la investigación. La fuente confirmó el hallazgo de los restos, pero señaló que es prematuro establecer la identidad de la o las personas sepultadas.
Según un canal de la televisión local, la osamenta corresponde al nicaragüense Francisco Javier Guzmán, cuya familia estaba en el lugar de las excavaciones iniciadas el lunes en El Aguacate, cerca de la ciudad de Catacamas, unos 225 kilómetros al este de Tegucigalpa.
Los trabajos están a cargo de los antropólogos forenses guatemaltecos Ronaldo Acevedo, José Bolaños, Shirley Carola Chacón y Walter Hernández. La base de El Aguacate fue utilizada por la Agencia Central de Información (CIA) de Estados Unidos para apoyo logístico de los "contras" nicaragüenses, que intentaron derrocar al régimen sandinista de Nicaragua que presidió Daniel Ortega (1979-1990).
Los "contras", a su vez, tenían en la instalación militar un hospital, además de celdas disponibles para encarcelar a los soldados sandinistas que capturaban en combate. El Ministerio Público tiene unas 70 fichas de personas que pudieran estar enterradas en el sector de El Aguacate.
En los años 80 en Honduras fueron desaparecidas al menos 184 personas, entre nacionales y extranjeros, según el informe "Los hechos hablan por sí mismos", que en diciembre de 1993 presentó el Comisionado de los Derechos Humanos, Leo Valladares. |