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La degradación de las tierras ha afectado los cultivos.  |
La degradación de dos millones de hectáreas de tierras a nivel nacional, ha provocado una pérdida de B/.300 millones, sin posibilidad de mantener a unas 50.000 familias campesinas en estado marginal y extrema pobreza", reveló el Ing. Irving Díaz, nuevo presidente del Colegio de Ingenieros Forestales de Panamá.
Ante esta situación, añadió que "es imperioso ejecutar un Plan maestro de Desarrollo Forestal que permita la recuperación de estas tierras, así como la articulación con el mercado internacional".
Como un ejemplo para el rescate de la biodiversidad, Díaz hizo referencia a la experiencia alcanzada a través de los proyectos agroforestales de Alto Guarumo y La Yeguada, en la provincia de Veraguas, impulsados por que era el INRENARE. A través de estos dos planes se logró el mejoramiento de extensas áreas degradadas, en cuanto a la vegetación, fauna nativa, y lo más importante la calidad de vida de los habitantes.
El nuevo presidente del CIFP planteó que en un lapso de 20 años, Panamá pueda convertiste en importante centro forestal aportando un 10% al Producto Interno Bruto, en vez de 1% actual, "si somos capaces de adoptar políticas y estrategias adecuadas, y sobre todo convencer a la clase política y la sociedad de esta necesidad, que a la vez representa una opción económica y social viable". |