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El helicóptero HP-1430 que amaró el 18 de febrero a 20 millas náuticas de Farallón, cuando realizaba un viaje desde la Casa Presidencial en Punta Mala hacia Albrook, fue hundido al día siguiente por personal del Servicio Marítimo Nacional (SMN), que viajaba a bordo de la patrullera 5 de Noviembre.
Hasta ahora la fiscal Anti Corrupción, Cecilia López, ha interrogado al capitán Carlos Herrera y a los marinos Alberto Atencio, Francisco Carrillo, Pablo Batista, Heriberto Estrada, Remberto González, Andrés Vega, Aramis Ramos, Héctor Argüelles, Sergio Sánchez y Andrés Vargas.
Según el jefe del SMN, José Isaza, el helicóptero fue hundido, porque obstaculizaba la navegación y constituía un peligro. Cuando se realizó ese operativo a orillas de la playa esperaban el remolque del HP-1430 y funcionarios de Aeronáutica Civil para hacer la investigación y reconocimiento del helicóptero piloteado por el boricua José Reyes, quien tuvo que amarar el aparato al quedarse sin combustible.
El personal del SMN alega que era imposible remolcar el HP-1430, por lo que primero se le pincharon los flotadores, pero como no se hundía se le dispararon ráfagas de metralleta.
La fiscal reveló que en la bitácora de ese día -el 19 de febrero- no existía ninguna referencia sobre el hundimiento y cuando ella efectuó la diligencia de reflotamiento, tampoco se le informó nada. Los detalles del hundimiento se conocieron, luego de una inspección que efectuó Cecilia López en la compañía que había asegurado el aparato.
El HP-1430 recibía suministro de combustible en el SAN, tal como revela un memo enviado el 21 de noviembre por Gisela Moscoso de Palermo, secretaria y prima de la presidenta, y además una de las pasajeras del HP-1430, cuando éste se accidentó.
La oposición política advirtió ayer que lo descubierto ahora confirma todo el escándalo de corrupción alrededor de ese helicóptero, mientras que el arnulfista Antonio Domínguez dijo que sólo se busca explotar el morbo. |
