La selección brasileña ha sido la gran dominadora del voleibol mundial en los últimos seis años. Dos campeonatos del mundo, cinco Ligas Mundiales consecutivas, dos copas del mundo y una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas04 han sido sus triunfos más notorios.
Beijing era la última gran competición del grupo, porque algunos jugadores como Marcelinho, Gustavo o Heller dejan la "familia", como a ellos mismos les gusta denominar a la selección. La presión que tenían era enorme. Todos querían el oro para poner la guinda en el pastel, pero no pudo ser.
Estados Unidos, que ya ganó el pasado mes de julio la Liga Mundial, en Río de Janeiro precisamente, se interpuso en su camino y a base de músculo y una excepcional defensa logró contrarrestar la magia de los brasileiros.
Beijing también ha servido para demostrar que una vez destronado Brasil, el trono va a ser el objeto de deseo de muchas selecciones. Estados Unidos ha dado el primer paso, y lo ocupa momentáneamente, pero Rusia, Serbia, Polonia, Italia y alguna otra selección más pueden disputarlo en cualquier momento. El voleibol será el ganador de estas disputas.
En la competición femenina, Brasil se ha mostrado inabordable en Beijing.