Irving Saladino llegó a la iglesia de San Felipe de Portobelo donde las cámaras de celulares, fotográficas, filmadoras de niños, adultos y periodistas querían captar todos sus movimientos.
Desde sus familiares, amigos, y vecinos de Portobelo no escondían su emoción al tener cerca al campeón mundial, quien aprovechó para agradecer a EPASA todas las coberturas y suplementos que han hecho en su honor, "de verdad que sin personas como ustedes nadie sabría lo que hicimos".
El martes se estará atendiendo su rodilla inflamada, ya que ni siquiera pudo arrodillarse para orar, ayer en la Iglesia donde se encontraba con sus padres y demás familiares.