Ventura Hernández, un humilde veragüense de 55 años, ha dedicado más de la mitad de su vida a la agricultura de subsistencia, una actividad que apenas le alcanza para vivir.
Para ganarse cuatro dólares por un día de trabajo, debía recorrer largas distancias y soportar los días lluviosos, que son muy frecuentes en La Peñita de los Hernández, lugar donde vive junto con su esposa y sus ocho hijos.
Pero esta comunidad que encontramos a tres horas de la ciudad de Santiago, en medio de altas montañas y caminos de difícil acceso, es un sitio con gente emprendedora, que ha dejado de lado la agricultura tradicional para adentrarse en métodos modernos de cultivo que contribuyen a reducir la pobreza y mejorar su calidad de vida.
Hace tres años, los moradores de la comunidad iniciaron una granja autosostenible que hoy día representa su principal fuente de ingresos.
En cuatro hectáreas de terreno, tienen sembrados productos como maíz, sandía, frijoles, pimentones, arroz y piña, los cuales son utilizados para la venta y consumo propio.
Roberto Hernández, tesorero del grupo, señaló que el año pasado recibieron unos 2, 700 dólares en ingresos por el producto vendido. Este monto les permite trabajar tres veces por semana en la granja, pagar los jornales y comprar insumos y semillas para continuar sembrando.
Este proyecto les ofrece un sinnúmero de facilidades, ya que tienen un trabajo permanente que les asegura el pago de doce dólares semanales y la materia prima que ha disminuido los problemas de alimentación en la comunidad.
No obstante, aunque los frutos de esta iniciativa son muchos, la lejanía de La Peñita de Los Hernández y la falta de comunicación ocasionan algunas limitaciones y encarecen los insumos.
Las debilidades en la comercialización hacen que los productos se vendan en comunidades aledañas a un costo más bajo, y la falta de técnicas de riego impide obtener mayores rendimientos en su cosecha.
NUEVO SISTEMA DE RIEGO
Ante este panorama, la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), con fondos de la Alianza en Energía y Ambiente con Centroamérica, instaló un sistema de riego por goteo a través de energía fotovoltaica, con el propósito de hacer más eficiente la producción en esta granja.
Esta iniciativa, que pretende promover el uso de fuentes renovables de energía y tecnologías limpias que sean más accesibles a las personas de escasos recursos de áreas rurales, mejorará la productividad en la granja y minimizará el consumo de combustible.
Anteriormente, el grupo conformado por 15 personas sufría las consecuencias de las variaciones en el precio del petróleo, lo que les impedía regar los cultivos con frecuencia y obtener más productos y, por ende, mayores ingresos.
Ventura y el resto de los habitantes mostraron su satisfacción por la instalación de este nuevo sistema de riego con paneles solares que dejará de lado el sistema convencional de riego con motor.
Lilian Suárez, coordinadora de proyectos de energía renovable de la Alianza en Energía y Ambiente con Centroamérica, explicó que este proyecto, que tiene un costo de 20, 000 euros donados por el gobierno fin landés, permitirá optimizar el recurso hídrico y mejorar la distribución en el área.
