¿Sabes tú lo qué es el cuento? Esta relación ficticia e inverosímil, ya sea maravillosa, ya festiva. Es un género narrativo patente en el diario vivir de la gente. Juega un papel importante en la conversación familiar y callejera. Es popular de por sí. Veamos el cuento que cito y es anónimo.
En un pueblo, vivían Samuel y su hijo Lencho. El terreno era tan pantanoso que las casas las construían en alto, sobre gran estacas. Tenían por costumbre construir una casa sobre otra, si un hijo se casaba.
A cabo de un tiempo, Lencho se casó y construyó su casa sobre la de su padre. Samuel, cuando vio la casa de su hijo y lo linda que era por la esposa que así la tenía, quiso pasarse él arriba y darle a Lencho la casa vieja. Lencho no estuvo de acuerdo. Discutieron un buen rato y decidieron ir donde un juez.
El juez los oyó a los dos. Cada uno explicó a su manera lo que había pasado. El juez vio que era un gran problema. Si le daba la casa nueva al hijo, el viejo no lo iba a dejar vivir tranquilo. Y si le daba la casa vieja al hijo, éste no iba a quedar contento, porque el mismo había hecho la casa a su gusto. Entonces se le ocurrió una idea.
Persígnate le dijo a Lencho.
En el nombre del Padre, del Hijo...
Espera, espera un momento, vuelve a persignarte...le dijo el juez.
Volvió Lencho a decir - En el nombre del Padre, del Hijo...
A vez, - dijo el juez, ¿dónde está el Padre?
Aquí - dijo Lencho tocándose la frente.
¿Y el hijo? - volvió a preguntar el juez.
Aquí dijo Lencho llevándose las manos al pecho.
Ves, -dijo el juez - la religión lo dice: el padre arriba y el hijo abajo.
Así resolvió el caso el astuto juez y dejó convencido a los dos. ¿Qué les parece el asunto?