Una de las cosas que más llamó la atención del pasado Festival del Manito fue la participación de niños, niñas y jóvenes en todas las actividades.
Esto asegura que las manifestaciones culturales, que han hecho de Ocú, una tierra llamada a preservar su patrimonio cultural inmaterial, se sigan proyectando de manera decidida.
De acuerdo con sus organizadores se logró una nueva meta: involucrar más a la niñez y la juventud en nuevos concursos como el Baile de Mejorana, en el que participaron más de 200 niños y niñas de todo el distrito de Ocú, lo que asegurará que el Festival no muera, pues este nuevo semillero se va a multiplicar.
Tanto así, que ante la amenaza de perder el tambor norte de Ocú, a falta de tamboreros, se creó el concurso de tamboreros jóvenes, en el que hubo una notable participación.