La ola de calor en Gran Bretaña, que ha provocado docenas de casos de quemaduras por el sol, ha causado también su primer caso de congelamiento.
A un automovilista se le diagnosticó congelamiento después de que condujera con los dedos de los pies demasiado cerca del conducto de aire acondicionado los 400 kilómetros que separan Londres de Manchester. Unos de sus dedos comenzó a ponerse negro y otro se volvió azul.
"Hacia un calor tremendo", dijo Mike Ball, de 46 años, al periódico inglés The Guardian. "Me quité el zapato y el calcetín porque mi coche es automático y no necesito utilizar el pie izquierdo", explicó. |