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Las inundaciones en Arraiján provocaron un tremendo caos y muchos damnificados.  |
Una Comisión nombrada por el SPIA para analizar el problema de las inundaciones que afectaron a 5,000 personas en Arraiján obedeció sobre todo a la falta de capacidad del cauce de los ríos San Bernardino y Aguacate para conducir un volumen extraordinario de agua que se registró el día de los hechos.
Además destacan que los cauces de los ríos San Bernardino y Aguacate son extremadamente irregulares y están llenos de obstáculos como altos herbazales y árboles dentro del mismo cauce, así como de todo tipo de basura.
Esto reduce la capacidad del cauce para desalojar grandes volúmenes de agua, haciendo que la misma se desborde de su cauce actual buscando partes bajas.
La SPIA resalta que el desarrollo urbano que se ha producido a lo largo de la carretera Interamericana, en el área de Arraiján, ha incrementado la escorrentía de las aguas hacia los ríos; además de disponer de las áreas bajas que anteriormente servían de reservorio o amortiguadores de crecidas.
De acuerdo a la comisión, esa situación no ha sido tomada en cuenta por los desarrollistas de urbanizaciones, lo cual obliga ahora a aumentar las secciones hidráulicas del río y corregir los cauces para trasladar la crecida hasta el río Caimito, pero advierten que aún así sigue el peligro latente de todos los que vivan en áreas bajas de estas cuencas.
Como recomendación, la SPIA sugirió el dragado y rectificación de los cauces con secciones simétricas que aumenten en un 70% su capacidad.
Todos los veranos se deberán continuar los trabajos de dragado y limpieza de los cauces, así como la mayor rectificación posible. |