Nuevos aludes en diversas partes del territorio chino dejaron ayer un total de 29 muertos y 24 desaparecidos, que vienen a sumarse a los 1.156 fallecidos y 588 sepultados en la avalancha de barro que arrasó una localidad entera en la provincia noroccidental de Gansu.
Según informaron las autoridades locales, los últimos aludes e inundaciones han tenido lugar en el oeste de China, en concreto en las provincias de Sichuan y Shaanxi, además de Gansu.
Las intensas lluvias que afectan al territorio chino han desencadenado nuevos accidentes con más daños personales, que se suman a las 1.744 víctimas de la gran avalancha del pasado domingo en Zhouqu.
Las autoridades chinas muestran una semana después aún esperanzas de hallar más supervivientes.