La respuesta del funcionario al periodista no podía ser más elocuente: "Usted sabe cómo se hacen las cosas aquí en Panamá". Traslucía una falta de autoridad, cierta incompetencia y hasta dudas para hacer cumplir las leyes sanitarias. El asunto es que el puesto de comida rápida funcionaba desde hacía varios meses al lado de la Vía Ricardo J. Alfaro (Tumba Muerto), diagonal a un semáforo donde los autos tienen que detenerse y los inspectores del Ministerio de Salud no lo habían visto.
Puede ser también que a través del reportero, las autoridades de salubridad, se dieron por enteradas que en la ciudad ya estaban funcionando varios locales comerciales similares que no contaban con el respectivo permiso de salud.
Tengo entendido que para operar este tipo de negocios el propietario tiene que pagar una serie de impuestos y cumplir con cierto papeleo en diversas instituciones, donde se les exige la presentación de los correspondientes permisos sanitarios para que puedan funcionar. La pregunta es la siguiente: ¿Se puede poner a funcionar un restaurante o cualquier otro expendio de comida, sin cumplir con lo que exige la ley en materia de tributación y salud? Y, sobre todo, ¿La violación a reglamentaciones sanitarias que rigen este tipo de negocios, no implica una sanción?
Otras interrogantes tienen que ver con la procedencia de la carne empleada en la preparación de las comidas, la forma en que se servida al consumidor, las condiciones del área donde se cuecen los alimentos y los carnets de salud de los manipuladores. |