OPINION


La sombra del presente

linea
Por Fermín Agudo Atencio
Colaborador

Cada día que pasa en estos países nuestros, donde hablamos un idioma de origen latino, el proceder del ser humano, corre por ausencia de urbanidad, moral y ética, hacia la destrucción de sus propios congéneres. Ese amor al prójimo tan profundo otrora, armado de potencialidad y vigorosidad, promulgado por la iglesia y la escuela, no resiste el peso que soporta la evidente crisis que experimenta, sin esperanzas a la vista de una real regeneración.

El mal se ha extendido al tope, a troche y moche, y Satán nos tienta las espaldas, satisfecho de poseer en cada hombre la ficha clave en pos del dominio insospechado universal.

Nada bueno se sopesa en el diario vivir en cuanto al comportamiento de las personas, desprendiéndose como fruta madura del árbol en fuerte movimiento acelerado, hacia un estado de débil descomposición lamentable.

La decencia ha sido replegada por la incapacidad de todos y la intromisión de la insolencia petulante ha llegado a niveles de intolerancia, donde se abanican las más bajas y perversas intenciones.

Todo el mundo grita clamando justicia como el náufrago que perdida toda perspectiva de divisar orillas, golpeado es, por las olas sin cesar. Hemos cambiado para el daño, nuestro estilo de vida, y esto sucede cuando en el fondo, no vivimos de acuerdo con nuestra inteligencia interior. No sabemos qué es moral y los actos impíos son los que nos llenan de satisfacción. ¡Nos cebamos del dolor ajeno!

Actualmente hay evidencias de un fuerte retroceso humano, concadenado con enfermedades degenerativas y letales, amplio auge del desastre y el pensamiento político denuncia emergencia de ostensible socavo de nuestra vida social.

Estos fenómenos difícilmente cambiarán, ya tienen el formato de cultura, semejante al huracán, se robustece a medida que se desarrolla y avanza. Por lo que veo nadie se apresta a ceder y el daño cada segundo que cursa, aumenta su radio descontrolado y maldito.

Mentes esquizofrénicas y desajustadas marchan en beligerancia por las calles, reclutando la poca inocencia que nos queda.

No puede ser justo que un favor se premie con infamia, esto es, como si el reloj cambiara enloquecido su ritmo habitual y el tiempo retrocediera frenético hacia desconocidos parajes, al encuentro con nuestros ancestros lejanos. Algo debe hacerse con urgencia para detener la intrusión de lo negativo sobre lo positivo, actuando con rapidez, evitando llegar más allá de lo permitido.

 

volver arriba 

 

 

linea
linea gris

| Primera Plana | Portada | Nacionales | Opinión | Económicas | Mundo |
| Deportes | Provincias | Variedades | Sucesos | Sociales | Ediciones Anteriores |
| Buscador de Noticias | Clasificados Epasa |



bandera de Panama
Ciudad de Panamá
Copyright © 1995-2002 Crítica en Línea-EPASA
Todos los Derechos Reservados